Vivir en la experiencia es algo se ha dejado de hacer estos últimos años, gracias a las nuevas tecnologías y aplicaciones de entretenimiento personal evadimos lo que pasa en el momento.
Preferimos hablar a través los dispositivos móviles que cara a cara, ya que esto no involucra un contacto directo con las emociones y la responsabilidad de lo que hacemos y/o decimos. Tenemos un tiempo esperando en la fila del supermercado, esperando el turno en el banco, en el restaurante sin un tema de conversación interesante y nos metemos en el smartphone "a ver que hay de nuevo" en las redes sociales.
¿Que pasa sí nos quedamos en la experiencia? "nada", y en la "nada" hay la parecencia de sensaciones corporales de las cuales no nos damos cuenta que están pasando y que nuestro cuerpo si experimenta y comunica alguna inseguridad al no saber como abrir un tema en particular, no saber que hacer con el silencio que en ocasiones se vuelve incomodo, ya que no existe un filtro que es esa pantalla de la cual nos protegemos de algo.
Por lo general cuando experimentamos un crisis nerviosa es a causa de que desconocemos su origen, nos sudan las manos, se acelera el corazón, se experimenta desorientación y hay la sensación de opresión en el pecho dificultando la respiración.