Existen diferentes formas de relacionarnos con el entorno donde nos desarrollamos y es a través de nuestras fronteras. La primera frontera que esta en contacto con el entorno es nuestra piel la cual siente el viento, la temperatura, la presión, etc... y estas sensaciones nos permite estar en la realidad en la que vivimos.
Hay dos categorías sensoriales para tener contacto con la realidad: El sentido interno del sí mismo y la relación con el entorno. La primera son todas las sensaciones de reconocimiento de la ubicación de cada parte de nuestras extremidades, como se mueve nuestro cuerpo, las viscerales se experimentan como la plenitud o el vacío en los órganos digestivos, inflamación de los intestinos, latidos del corazón, etc..., y los receptores de presión, el dolor, el placer y así como también las "sensaciones" de pensamientos e imágenes visuales.
Y la relación con el entorno son la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, conocido como también como los cinco sentidos, es a través de estos sentidos que nos cimentamos en la realidad de nuestro entorno y determinamos nuestra relación con él.
Cuando hay una alteración en algunos de los sentidos se empieza a experimentar frustración por la falta de capacidad para contactar con la realidad porque hay limitaciones o bloqueo de las sensaciones. Por ejemplo; Cuando discutimos con otra persona y en vez de escuchar ya estamos preparando que vamos a contestar para defendernos; en este caso, se bloquea el sentido del oído y no escuchamos a la otra persona.
Yo siento, luego existo .- Las sensaciones bien cimentadas son el contacto directo con la realidad y el razonamiento es la evasión de la experiencia.
La sensación es la información cruda de la experiencia.
-Kepner-