El estrés crónico, que es constante y persiste durante un período prolongado de tiempo, puede ser debilitante y abrumador.
Un poco de estrés es positivo. Hace que nuestro cuerpo libere adrenalina, lo que nos ayuda a realizar tareas y proyectos, e incluso puede mejorar nuestro rendimiento y capacidad de resolución de problemas. Pero el estrés crónico, que es constante y persiste durante un período prolongado de tiempo, puede ser debilitante y abrumador. El estrés crónico puede afectar tanto nuestro bienestar físico como psicológico al causar una variedad de problemas que incluyen ansiedad, insomnio, dolor muscular, presión arterial alta y un sistema inmunológico debilitado. Las investigaciones demuestran que el estrés puede contribuir al desarrollo de enfermedades graves, como las cardiopatías, la depresión y la obesidad. Las consecuencias del estrés crónico son graves. Sin embargo, muchos personas que experimentan estrés prolongado no están haciendo los cambios necesarios en el estilo de vida para reducir el estrés y, en última instancia, prevenir problemas de salud.
Hacer cambios en el estilo de vida específicamente asociados con
comportamientos o síntomas de estrés, como dejar de fumar, comer alimentos
saludables, dormir más o reducir el estrés en general, no es fácil.
Afortunadamente, es posible controlar y aliviar el estrés crónico. Mejorar el
estilo de vida y tomar mejores decisiones de comportamiento son pasos
esenciales para mejorar la salud en general.
Formas de abordar el estrés crónico:
Establece límites. Haz
una lista de todos los proyectos y compromisos que te hacen sentir abrumado.
Identifica aquellas tareas que sientes que debes hacer absolutamente para
sobrevivir y reduce todo lo que no sea esencial. En el caso de los proyectos
relacionados con el trabajo, discuta una lista de sus responsabilidades con su
supervisor y obtenga su opinión sobre las prioridades y la mejor manera de
abordar los proyectos en cuestión. En el caso de los compromisos sociales o no
laborales, como las actividades comunitarias o de voluntariado, considera la
posibilidad de ponerte en contacto con las personas con las que has asumido
estos compromisos y hacerles saber que no puedes cumplir con esas obligaciones
en este momento. También puede pedir ayuda para realizar estas tareas. Abstente
de aceptar más compromisos hasta que sientas que tu estrés está bajo control.
Establecer límites a las obligaciones no esenciales es importante para mitigar
el estrés crónico.
Aprovecha tu sistema de apoyo. Comunícate con un amigo o familiar con quien hayas disfrutado de
una relación cercana a lo largo de los años. Hazles saber que estás pasando por
un momento difícil y agradece su apoyo y orientación. Es posible que tu amigo o
familiar haya enfrentado desafíos similares y tenga ideas y perspectivas
útiles. No hay necesidad de enfrentar solo las circunstancias desafiantes de la
vida. De hecho, el apoyo de familiares o amigos puede ayudarte a comenzar y
mantener el cuidado de ti mismo.
Asume un compromiso relacionado con la salud. Haz lo que sea posible para reforzar
tu salud para que puedas tener la energía y la fuerza para enfrentar los
desafíos que enfrentas. Un pequeño paso, como reducir el consumo de cafeína,
puede tener un efecto positivo. Los estudios muestran que sin cafeína, las
personas informaron sentirse más relajadas, menos nerviosas o nerviosas,
durmieron mejor, tuvieron más energía y experimentaron menos acidez estomacal y
menos dolores musculares. Del mismo modo, una caminata rápida u otra actividad
aeróbica puede aumentar sus niveles de energía y concentración y disminuir los
sentimientos de ansiedad. La actividad física aumenta la producción de
endorfinas para sentirse bien, un tipo de neurotransmisor en el cerebro, y
disminuye la producción de hormonas del estrés. Tomar medidas positivas para tu
salud te ayudará a controlar tu estrés.
Mejora la calidad de tu sueño. Las personas que están crónicamente estresadas a menudo sufren de falta
de sueño adecuado y, en algunos casos, insomnio inducido por el estrés. Es
importante tomar medidas para aumentar la calidad del sueño. Los expertos
recomiendan acostarse a una hora regular cada noche, esforzarse por dormir al
menos 7-8 horas y, si es posible, eliminar las distracciones, como la
televisión y las computadoras de su dormitorio. Comience a relajarse una o dos
horas antes de irse a dormir y participe en actividades relajantes como
escuchar música relajante, leer un libro agradable, tomar un baño relajante o
practicar técnicas de relajación como la meditación. Evite comer una comida
pesada o hacer ejercicio intenso inmediatamente antes de acostarse. Si tiendes
a acostarte en la cama y preocuparte, escribe tus preocupaciones mucho antes de
la hora de acostarte y luego trabaja para calmar tus pensamientos antes de que
se apaguen las luces. Puedes descubrir cómo abordar los problemas estresantes
por la mañana, después de una buena noche de sueño.
Esfuérzate por tener una actitud positiva. Mirar las situaciones de manera más
positiva, ver los problemas como oportunidades y refutar los pensamientos
negativos son aspectos importantes para mantener una actitud positiva y tratar
de minimizar el estrés. En algunas personas, el estrés puede ser causado por
sus intentos de manejar las cosas a la perfección. Establecer expectativas más
realistas y replantear positivamente la forma en que ves las situaciones
estresantes puede hacer que la vida sea más manejable. Además, las
circunstancias difíciles tienen una forma de resolverse; Es importante mantener
los desafíos en perspectiva y hacer lo que razonablemente se pueda hacer para
avanzar.
Busca ayuda adicional. Si
sigues sintiéndote abrumado, te sientes desesperado o tienes problemas para
completar tu rutina diaria, busca una consulta con un profesional de la salud
mental con licencia, como un psicólogo. Los psicólogos están capacitados para
ayudarlo a desarrollar estrategias para manejar el estrés de manera efectiva y
realizar cambios de comportamiento para ayudar a mejorar su salud en general.
Fuente: Asociación Americana de Psicología. https://goo.su/Nbbr